Memorias de Ultratumba. Chateaubriand. Llibre Quinzè. En aquest llibre Chateaubriand ens parla dels darrers dies de vida i de la mort d'una amiga seva a la que estimava com a alguna cosa més: Madame de Beaumont; són molt boniques algunes de les paraules que li dedica. També ens parla de la decisió que va prendre d'escriure les seves memòries i del nou càrrec que Napoleó va crear per ell. La veritat és que salta d'una cosa a l'altra i em costa una mica fer-me'n una idea de conjunt, però alguns trossos tenen vertadera bellesa.
En una carta que li envia Madame de Staël (la famosa Madame de Staël, famosa per les seves cartes), es parla de que a Humboldt li agradava l'obra de Chateaubriand. Es curiós sentir anomenar Humboldt aquí. El món és un mocador, també als llibres.
"El misterio del estilo, misterio perceptible en todas partes, presente en ninguna."
"Una idea deplorable me trastornó: me di cuenta de que madame de Beaumont no había adivinado sino estando a punto de exhalar el último suspiro el verdadero cariño que yo le profesaba: ella no dejaba de dar muestras de sorpresa y parecía morir desesperada y arrobada. Había creído que me resultaba una carga, y había deseado abandonar este mundo para que yo pudiera desembarazarme de ella."
"Te amaré siempre –dice el epitafio griego-; pero tú, entre los muertos, no bebas, te lo ruego, de esa copa que te hará olvidar a tus antiguos amigos."
"Puede estar tranquilo; no serán unas confesiones incómodas para mis amigos: si en el futuro llego a ser alguien, la imagen que dé en ellas de mis amigos será tan hermosa como respetable. Tampoco hablaré a la posteridad en detalle de mis debilidades; sólo diré de mí lo que conviene a mi dignidad de hombre y, me atrevo a decir, a la elevación de mi corazón. No hay que presentar al mundo más que lo que es bello, no es mentir a Dios no descubrir de la propia vida sino lo que pueda mover a nuestros semejantes a sentimientos nobles y generosos. No porque tenga, en el fondo, nada que ocultar; ni he echado a una sirvienta por una cinta robada, ni dejado tirado a un amigo mío moribundo en la calle, ni deshonrado a la mujer que me acogió, ni llevado a mis bastados a la inclusa, pero aun así he tenido mis flaquezas, mis descorazonamientos; un lamento sobre mí bastará para hacer comprender al mundo estas miserias comunes, hechas para ser dejadas tras un velo. ¿Qué ganaría la sociedad con la reproducción de estas plagas que se encuentran por doquier? No faltan ejemplos cuando se quiere salir triunfante sobre la pobre naturaleza humana."
"Si la fama es poca cosa cuando se refiere sólo a nosotros, es preciso convenir no obstante que es un hermoso privilegio, unido a la amistad del genio, dar una existencia imperecedera a todo cuanto uno ha amado."
"¿No se preciaba mi tristeza, en esos lejanos días, de que el lazo que acababa de romperse sería mi último lazo? Y, sin embargo, ¡qué rápido, aunque no olvidado, sí que he sustituido lo que me fue querido! Así va el hombre, de flaqueza en flaqueza.
(...) La indigencia de nuestra naturaleza es tan grande que en nuestras debilidades pasajeras, para expresar nuestros afectos recientes, no podemos emplear sino palabras ya usadas por nosotros mismos en nuestras pasadas relaciones. Sin embargo, hay palabras que no deberían servir más que una vez: repitiéndolas se las profana."
Memorias de Ultratumba. Chateaubriand. Llibre Quinzè.
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